Proyectos Estudiantiles UNEXPO: inéditos y de vanguardia
Alumnos de la Unexpo, Vice Rectorado Puerto Ordaz, diseñaron y construyeron un prototipo de Agitador Magnético con fines didácticos, y vislumbran patentar su fabricación en casa, tras obtener el segundo lugar en la categoría Inventiva de las X Jornadas de Investigación, celebradas por esta casa de estudios.
La asesoría técnica fue brindada por el docente Héctor Fernández, adscrito a la Sección de Física, quien tiene la firme convicción de enseñar a los estudiantes a enfrentar nuevos y grandes retos tecnológicos, en consonancia de la preservación del medio ambiente y basándose en la filosofía del aprovechamiento de materiales de reciclaje.
La finalidad de aplicar estas estrategias de aprendizaje, que van más allá de las paredes de las aulas, es despertar en los jóvenes sed de investigación e innovación a través de la elaboración de novedosos proyectos, que a su vez representan una alternativa para aprobar la asignatura.
En esta ocasión, las mentes creativas responden a los nombres de Franklin Rojas y Diubel Silva, ambos partidarios de la utilización de piezas descartadas en su diseño original, pero reconsideradas por los visionarios cursantes de la asignatura Física I, dictada en la etapa básica de la carrera de ingeniería.
“El Agitador Magnético consta de una pequeña barra, normalmente cubierta por una capa de plástico (usualmente Teflón), y otra placa debajo de la cual se tiene un magneto rotatorio con la intención de agitar líquidos. Este, suele ser preferido en lugar de los mecanismos de engranajes debido a que es más silencioso, eficiente, y no tiene partes móviles que puedan romperse o desgastarse. Todo se hizo con material reciclado, por ejemplo: para el circuito, la fuente de poder fue obtenida de una impresora HP ya desechada”, explicó el asesor.
Propuestas como estas asoman la posibilidad de sustituir la importación de equipos, que a su vez permitirían la redirección de recursos económicos a la adquisición de bienes de otra naturaleza, pero de positivo impacto para la comunidad universitaria.
En ese sentido, y luego de ocho años de excelentes resultados, el facilitador hizo énfasis en la asombrosa capacidad creativa de los jóvenes estudiantes, argumentada en la efectividad de tales modalidades de aprendizaje, donde no son discípulos sino pequeños maestros.
“En mis tiempos yo siempre quería saber más de lo que me decía el profesor, sentía un gran impulso por investigar y conocer más; eso mismo quiero de mis alumnos… convertirlos en grandes investigadores, constructores y aún más, en soñadores que puedan concretar sus ideas y transmitir lo aprendido, por eso llevamos a los liceos sus proyectos; para que tengan una primera experiencia sobre comunicar el saber”. (Luciana Peña/VRPO)
